La muerte del audio - Capítulo 1

El audio ha sido sentenciado y muy pronto dejará de existir, o por lo menos dejará de ser una prioridad entre nosotros y entre las personas que nos rodean.Eso es, al menos, lo que quieren hacernos creer algunas siniestras corporaciones que pretenden controlar lo que hacemos, dónde lo hacemos y cómo lo hacemos.Pero calma, hay una salvación.Esta es la primera de una serie de entregas en la que te voy a hablar sobre la muerte del audio y te voy a explicar por qué todavía no es necesario que te vistas de negro para ir al velorio de nuestro querido formato.¿Qué tal? ¿Cómo les va? Yo soy Ajeno al Tiempo, les doy la bienvenida a TODO POR UN DAILY, la versión express de TODO POR UN PODCAST.Programa que también puedes escuchar en tu reproductor de podcast favorito, incluido YouTube. Sí, aunque allí, al igual que en el resto de las plataformas, solamente está disponible en audio.Dejame decirte que, para sorpresa de muchas personas, yo, la primera de ellas, cada vez este podcast tiene más reproducciones en esa plataforma hija de satanás.No sé por qué, pero hoy no estoy aquí para hablarte sobre YouTube, o sí, por el contrario, para hablarte sobre la muerte del audio.Algo que no comenzó con los últimos anuncios de Spotify, ni con el auge de Twitch durante la pandemia. Por el contrario, creo que la muerte del audio, así como la del SEO, comenzó cuando alguien inventó tanto el audio como el SEO.Yo no me voy a poner a hablar sobre los orígenes de la radio, ni sobre ese grupo llamado Los Locos de la Azotea que cualquier argentino de bien debería conocer.Voy a hablar, como siempre, de podcasting, pero poniendo las cosas en un poco de contexto.Yo soy, o era, un animal de radio. Una persona de esas que escuchaba radio de noche y de día. AM, FM, de todo tipo.Hubo épocas en mi vida en las que lo único que me interesaba era escuchar, y por qué no, hacer radio.De hecho, me di el gusto, durante un corto tiempo en mi vida, de participar en un programa de radio, y la verdad que lo disfruté muchísimo.Pero en algún momento me crucé con el podcasting, y me pareció un formato que se adaptaba mucho más a mi forma de hacer las cosas.Esto ya lo expliqué varias veces, no lo voy a volver a contar ahora, por lo menos no hoy.Simplemente quiero decir que, como casi todas las personas que están escuchando esto, el audio, la radio, es una parte fundamental de nuestra vida.De mi vida, de nuestra vida, de nuestros gustos, y de nuestro entretenimiento también.No obstante, siempre hubo algo que me gustó mucho más que el audio, que la radio.Y es la televisión, las pantallas, las imágenes.Siempre, mis momentos de ocio estuvieron mucho más relacionados con las pantallas que con los auriculares.Televisión, cine, incluso videojuegos, cuando era pequeño, ahora ya no.Podemos remitirnos a esas viejas escenas familiares, en las que a mí no me ha tocado participar por una cuestión generacional,en las que la radio ocupaba un lugar central en la sala de estar de todas las casas,con esos sillones dispuestos a su alrededor para que todos pudieran escuchar la radio.Ese lugar más tarde fue reemplazado por la televisión, ocupó el centro de nuestros hogares,ocupó la cabecera a la hora de sentarnos a comer, a cenar.Y al final la televisión se terminó metiendo, primero, en las habitaciones de cada uno de nosotros,de cada uno de los miembros de la familia, y por último, en nuestros propios bolsillos,viniendo con nosotros hasta a cagar.Yo recuerdo que de chico fantaseaba con tener un televisor en el baño, para cuando iba a hacer caca,y ahora no es necesario porque tengo un teléfono móvil que es mucho más que un televisor.De hecho, hoy en día podemos estar con varias pantallas al mismo tiempo.No sé, el televisor, la computadora, el teléfono móvil, el smartwatch,y tal vez alguna más que no se me ocurre, y estar utilizándolo todos.De alguna u otra manera, estar con todas las pantallas activas,atento a lo que sucede en cada una de las pantallas.La televisión del fondo, el ordenador trabajando en algo, el teléfono móvil enviando mensajes,y el smartwatch recibiendo alguna notificación o viendo cuántos pasos dimos en el día.Ahora ya no nos sentamos alrededor de la radio a escuchar una voz,pero raramente dos sonidos pueden ocupar el mismo espacio y absorber nuestra atención.Somos multitasking en varias tareas, pero tal vez no para escuchar.No sé si será posible, yo nunca lo hice, pero escuchar un podcast mientras mirás la televisión,o escuchar música, creo que es algo que no se puede hacer, que no se debe hacer seguro.Pero creo que es algo que no se debe hacer, es una cosa o la otra.Yo por lo menos no tengo capacidad de ver un programa de televisión mientras escucho un podcast.Y en esa batalla, por la atención, la gran ganadora es la televisión, la gran ganadora es la pantalla.Siempre va a ganar la televisión por sobre el audio, porque una imagen vale más que mil palabras.Por eso cuando la televisión reemplazó a la radio en el lugar principal de nuestros hogares,comenzó a hablarse de la muerte de la radio.Muchas personas en ese momento se sintieron amenazadas y creían que el televisor, el aparato,era la evolución natural de la radio y que poco a poco la radio dejaría de existir.Pero acá estamos en 2024 con más pantallas que nunca y más contenido en audio del que somos capaces de consumir.Algunos, en algunos momentos, nos atrevimos a fantasear con que el podcast era la muerte de la radio.Pero si vos vas hoy a los rankings de Apple, de Spotify o de Evox,te vas a encontrar con decenas de programas de radio que ocupan los primeros lugaresy relegan a los verdaderos podcasts a posiciones inferiores.Entonces, amigos y amigas, más allá de las pantallas, la radio, el audio,está igual de vigente que siempre por cuestiones muy simples.Porque podemos escuchar un audio en cualquier momento sin necesidad de usar las manos,sin necesidad de usar los ojos, sin necesidad de usar nada más.Y por eso también los audios de WhatsApp cada vez son más frecuentes y lamentablemente más largos.Porque mandar un audio es mucho más sencillo y escucharlo también.El que le toca escuchar lo puede hacer cuando quiera y como quiere.Incluso a velocidad normal, a 1.2, a 1.5 o si es como yo que le gusta vivir al límite, a 2.0.Entonces, si el audio está tan vigente, ¿por qué muchas personas por ahí están agarrándose la cabezadiciendo que Spotify, porque esta semana le tocó a Spotify pero la próxima semana le puede tocara cualquier otra plataforma, acaba de darle la estocada final a nuestro querido formato?Bueno, de eso te voy a hablar en el episodio de mañana.Así que no dejes de escucharlo porque te aseguro que va a valer la pena.No dejes de escucharlo porque te aseguro que va a valer la pena.O tal vez no, no lo sé, no puedo garantizarlo.Pero mientras tanto, sigamos creando.